Palacio Doria Pamphilj

Las exposiciones

La colección de la Galería Doria Pamphilj comenzó de la mano del Papa Inocencio X Pamphilj en 1644. En la actualidad la colección está formada por más de 400 pinturas que datan de los siglos XV al XVIII.

De forma curiosa, los cuadros se mantienen en un orden que no ha cambiado con el paso de los siglos. Esto es algo que se puede comprobar gracias a un documento del siglo XVIII en el que se detalla la situación exacta de cada uno de los cuadros.

Una de las obras más destacadas de la galería es el Retrato del Papa Inocencio X, obra de Velázquez, en el cuál se muestra al papa como realmente era, un hombre de aspecto inquietante y desconfiado. Esto es algo que creó una gran controversia en el momento de su creación, ya que los demás artistas se afanaban en idealizar los rasgos del pontífice para dulcificar su siniestro semblante.

A pesar del realismo del retrato, la familia Pamphilj lo mantiene en un lugar especial y desde el siglo XIX posee su propia estancia.

Además de la completa pinacoteca, en el palacio también se puede visitar una pequeña capilla y algunas estancias privadas que conservan su decoración original y parte del mobiliario.

No merece la pena

El Palazzo Doria Pamphilj conserva parte de su decoración original sobre la cual se muestran una gran cantidad de obras de arte aunque, a pesar de esto, la entrada es demasiado cara en relación con la calidad de las exposiciones.

Roma cuenta con importantes galerías que superan a la Galería Pamphilj por lo que, si no estáis especialmente interesados en su visita, recomendamos ahorrar tiempo y dinero.