Termas de Diocleciano

Termas de Diocleciano

Construidas en el año 305 d.C. bajo el mandato del emperador Diocleciano, las Termas de Diocleciano, con capacidad para más de 3.000 personas (el doble que las Termas de Caracalla), fueron el mayor complejo termal de la Antigua Roma.

La construcción de las termas

Durante el año 298 comenzaron los trabajos de construcción de las termas, que se verían finalizadas en el 305. Las termas se construyeron con una estructura similar a las de Caracalla, edificadas en ladrillo revestido de mármol y decoradas con mosaicos y esculturas. La edificación ocupaba un terreno de más de 13 hectáreas, a lo largo de las cuáles se disponían el gimnasio, la biblioteca, baños fríos, calientes y templados.

Debido a la muerte de miles de cristianos que trabajaron como esclavos en la construcción de las termas, Diocleciano fue acusado y se vio obligado a abdicar.

El complejo permaneció en funcionamiento hasta el año 537, momento en que se vio clausurado cuando los pueblos bárbaros cortaron el suministro de agua a la ciudad.

En el año 1561 el Papa Pio IV encargó a Miguel Ángel la construcción de la Basílica de Santa María de los Ángeles en una parte de las termas para honrar a los cristianos fallecidos en ellas.

El Museo Nacional Romano

Después de 30 años de trabajos de restauración el Aula Décima de las Termas de Diocleciano abrió al público en el año 2008 para pasar a formar parte del Museo Nacional Romano. En la actualidad se puede visitar una de las pocas partes que quedan de la impresionante edificación, en la que se puede ver la gran altura que poseía el edificio.

En el interior se expone una imponente construcción funeraria además de dos tumbas con una gran decoración a base de frescos y estuco, que se cree que datan de comienzos del siglo II d.C.

En la parte descubierta de las termas es posible pasear por un claustro ajardinado en el que se exponen cerca de 400 obras de arte que incluyen estatuas, sarcófagos y relieves.

Pocos restos pero de gran interés

Resulta curioso visitar lo que queda de la impresionante estructura que ocuparon las Termas de Diocleciano mientras se contemplan los restos de cementerios tan antiguos perfectamente conservados.

Es posible apreciar la gran magnitud del antiguo edificio visitando la Basílica de Santa María de los Ángeles, situada junto al Museo Nacional Romano, en la Plaza de la República.

Horario

De martes a domingo de 9:00 a 19:30 horas.

Precio

Adultos: 13 (13,80 US$)
Ciudadanos de la UE entre 18 y 25 años: 2 (2,10 US$)
Ciudadanos de la UE menores de 17 años y mayores de 65: entrada gratuita.
Incluye: Palazzo Massimo, Palazzo Altemps, Cripta Balbi, Termas de Diocleciano.

Transporte

Metro: Termini, líneas A y B.
Autobús: líneas C2, H, 36, 38, 40, 64, 86, 90, 92, 105, 170, 175, 217, 310, 360, 714 y 910.